Tras una jornada bastante aburrida salí de la comisaría. Últimamente todo estaba muy tranquilo, salvo por algunas inundaciones debidas a las lluvias, no había mucho más que hacer.
Llegué a casa conduciendo bastante lento ya que no quería tener un accidente con los charcos que quedaban.
-Ya he llegado Bells - le saludé al entrar en casa, colgando mi abrigo y mi pistola en el perchero de la entrada