Cápitulo dos Lo siento pero no me lo puedo creer – dijo él
- Ya lo has visto y lo has oído, el colegio ha explotado es imposible que hayan sobrevivido- digo intentando hacerle entrar en razón con lagrimas en mis ojos.
- Mi hermana es demasiado lista como para que le pase esto- dijo convencido
Su hermana se llamaba Carrie, había sido la directora del colegio donde yo había estado. Era más alta que yo, rubia y con los ojos azules como su hermano. Ciertamente, los ojos eran lo único que tenían en común. Era de complexión delgada y estilizada, siempre educada como era normal para una directora, pero era joven, como yo, y por eso era raro que ella tuviera ese puesto.
- ¿Pero es que no lo ves? No iban a por ella, iban a por mí ¿Por qué iba a saber ella nada de lo que sea que esta pasando? Si hubiera sabido algo me lo hubiera dicho ¿No crees? – dije en un intento que entrase en razón.
Pero no lo hizo, he insistía en que su hermana no podía haber muerto. Pero era así y lo tenía que admitir, negándolo no iba a conseguir nada.
- Ahora más que nada tenemos que descubrir que te paso- dijo decidido – tenemos que hablar de tu pasado.
- Estoy de acuerdo, pero creo que no tengo mucho que decir – dije encogiéndome de hombros – Si quieres te repito lo único que recuerdo.
- No, eso ya lo sé – dijo pensativo
- ¿Cómo nos conocimos? – pregunté intrigada.
Sonrío pícaro – Esa es una buena historia, y es algo con lo que empezar… Si, quizá sirva.
“Nos conocimos cuando teníamos veinti pocos años, la verdad es que no lo recuerdo exactamente. Estábamos los dos en la universidad, yo estaba en último curso y tú estabas en tercero. Yo ya te había visto por la universidad y me habías llamado la atención, pero nunca habíamos coincidido en ningún sitio como para hablar contigo. Además eras de la edad de mi hermana y no nos llevábamos muy bien ella y yo…”
- Espera, ¿tu hermana y yo nos conocíamos? Pero que estas diciendo – dije muy sorprendida – Pero… nos hemos llevado bien este tiempo en la escuela pero tampoco me ha comentado nada de la universidad ni…
- ¿Me dejas contarte o no?
- Vale, sigue – contesté impaciente
“Como decía, yo no me llevaba muy bien con mi hermana y tú eras prácticamente su mejor amiga. Un día que estaba estudiando para los exámenes finales me llamaste tú desde el móvil de mi hermana. Habíais ido a una fiesta y mi hermana estaba muy borracha, así que necesitabas ayuda para llevarla porque tú, aunque estabas mejor que ella, no podías conducir. Sabías que mi hermana y yo no nos llevábamos bien pero te pareció lo mejor. Fui a recogeros y te ayudé a meter a mi hermana dentro de la cama de la residencia
Fuera de la habitación, para no molestarla, me diste las gracias por todo. Ahí empezamos ha hablar más a menudo, no se por qué, nos caíamos bien. Aunque solo nos llevábamos bien y hablábamos de vez en cuando, no se lo dijimos a mi hermana porque sabíamos que se enfadaría contigo. Si, parece extraño, pero ella no confiaba en mí y pensaba que sí hablabas conmigo te pondrías en su contra.
La situación siguió así durante un mes. Cuando paso ese mes, tú me dijiste que no podíamos seguir haciendo esto a mi hermana porque si se enteraba haría una montaña de un grano de arena…”
Estaba totalmente metida en la historia, quería saber que pasaba a continuación...
- ¿Y que dijiste? – dije impaciente – ¡Termina! No me dejes así
- No – dijo rotundo
- ¿Pero que…?
- Tenemos que esperar a mañana a ver si te acuerdas, si no te acuerdas te lo contaré yo. Digamos que es un ejercicio de memoria… - rió
- ¡Aaaah! ¡Me voy a morir de intriga!- sonrei picara – Aunque se una manera con la que igual me cuentas algo más
- No, Gi, no lo hagas- dijo medio riéndose
Me acerque a él y le rodee el cuello con mis brazos. Me acerque todo lo que pude a su boca pero sin tocarla, provocandole para que me siguiera contando.
- Dímelo – susurré
- No puedo – dijo, noté como intentaba besarme así que yo me separé.
- Bueno pues nada ha hacer las maletas que hay que moverse - dije a cierta distancia sin dejar de mirarla - Tenemos que llegar lo antes posible a tu casa para poder trabajar con todo desde allí.
- Gi… ¿Me vas a dejar así? – dijo acercándose a mi, levanté las manos delante suyo para que no se acercara más.
- Ya sabes lo que hay – Finalmente se resignó y se puso ha hacer la maleta.
Me puse a recoger todo. Me costo un poco encontrar mi pijama pero finalmente lo encontré tirado por la habitación. Sonreí para mí al recordar la noche anterior. Era tan dulce cuando quería, le tenía un cariño especial y me di cuenta de que algo si recordaba: mis sentimientos hacia él. Tenía razón al intentar que yo recordara el final de la historia. Estaba segura que si lo intentaba lo recordaría, pero había una cosa que me extrañaba, si me llevaba tan bien con su hermana ¿Cómo es que cuando llegue al colegio actuaba como si apenas no me conociera? Demasiadas preguntas y pocas respuestas.
Una hora más tarde estábamos montados en el coche y listos para irnos. Yo había hecho la maleta dándole vueltas a la historia y había creado varias hipótesis pero ninguna me llegaba a convencer.
El viaje hasta su casa duró cuatro horas, que aunque en silencio no se hizo incomodo ya que los dos estuvimos a lo nuestro intentando aclarar nuestros sentimientos confundidos por tantos hechos en un tramo tan corto de tiempo.
Una vez ya en el garaje, sacamos todo del maletero y subimos por el ascensor a su apartamento. Al entrar encontrabas el recibidor en el que a la derecha estaba la pequeña cocina moderna separada como con una barra a modo de bar donde se podía comer. La cocina y recibidor estaban abiertos al amplio salón-comedor donde los grandes ventanales daban luz a todo. El salón-comedor se componía, a la derecha por unos cuantos sofás, una chimenia y encima de esta una televisión plana, y a la izquierda, una mesa alargada donde podían comer ocho personas. Estaba impresionada, me sorprendía que ese piso pudiera pertenecer a Chris.
- ¿Cuánto tiempo crees que podremos estar aquí? – pregunté fascinada con mi alrededor, en un tono que se adivinaba que deseaba estar allí todo el tiempo posible.
- Hasta que encontremos alguna cosa que nos de una pista de lo que esta pasando y de lo que te ha pasado
- Chris… - le dije con tristeza, acercándome a él para abrazarle por el cuello – Se que estas convencido de que tu hermana esta… viva, pero…
- No empecemos Gi – se enfado y automáticamente quitó mis brazos de su cuello – Mi hermana esta viva y punto, no quiero oír más hablar de que esta muerta ¿o acaso tu quieres que todos esos alumnos tuyos lo estén también? - dijo con crueldad
- Chris esto no es justo, claro que no quiero que les haya pasado nada, pero ya has oído las noticias, ha pasado. Es algo que por mucho que queramos es así.
Chris no me respondió. Se fue a su habitación y se encerró allí. Tenía que empezar a creerse lo que había pasado e intentar superarlo juntos. No me enseño nada del apartamento así que me senté a ver la tele a la espera de que se le pasará el enfado. Finalmente, agotada del viaje me tumbe en el sofá y me dormí.
Aquí teneís el capitulo dos